AHORRAR AGUA
Una gota permanente y persistente cada segundo desperdicia en un grifo 12.500 litros al año. Evitemos goteos innecesarios.
Una buena ducha, y no un largo baño, puede ahorrar hasta 7.500 litros al año. También es conocido que en cinco minutos de ducha se gastan 68 litros de agua, en comparación con los 136 litros que se consumen en una bañera.
No dejar el grifo del lavamanos abierto mientras se afeita o cepilla los dientes, así como no lavar los alimentos dejando el chorro abierto, sería conveniente utilizar un recipiente para ello, con esto nos estaremos ahorrando 7.000 litros al año.
Una alternativa muy económica pero eficiente para ahorrar este vital líquido, es colocar un ladrillo en el tanque de agua del inodoro o poceta. Esto ahorra agua ya que el ladrillo permite que se almacene la cantidad que realmente se necesita.
Es recomendable utilizar la luz natural tanto como sea posible, encendiendo los bombillos sólo cuando realmente se les necesita.
Un mecanismo altamente eficiente y más barato a corto plazo, es cambiar las lámparas incandescentes (bombillos) por lámparas fluorescentes compactas (de ahorro de energía). Estas últimas proporcionan el mismo nivel de iluminación, duran 8 veces más y ahorran hasta un 80% de energía.
Usar tubos fluorescentes en aquellos espacios en los que necesitas más luz y donde permanece encendida muchas horas; por ejemplo: en la cocina o una sala de servicios en su lugar de trabajo. Los fluorescentes duran 8 ó10 veces más y consumen el 80% menos de energía que las lámparas incandescentes.
Si se ducha brevemente con agua caliente, consumirá cinco veces menos agua y energía, que si lo hace con un largo baño con el chorro del agua abierto. Además, está demostrado que su consumo en jabón y shampoo disminuirá hasta tres veces de lo usual (sin comprometer en nada su aseo personal). Recuerda también regular la temperatura del termo para no malgastar energía y prolongar la vida útil del equipo.
A la hora de comprar un electrodoméstico, hay que fijarse bien en la información del fabricante y comparar distintos aparatos y sus niveles de consumo de electricidad. Tenemos que elegir siempre el aparato más adecuado a nuestras necesidades.
Al usar la lavadora, hay que procurar siempre trabajar con la carga completa de ropa. Así reducirá el consumo de agua, detergente y energía, y alargará la vida del aparato. Para su conocimiento, una lavadora funcionando con poca ropa, utiliza casi la misma cantidad de energía que con su capacidad máxima.
Cuando dispongas de aparatos manejados a control remoto, hay que cersiorarse de desconectar el interruptor del televisor, el sistema de video o el equipo de música. Está demostrado que si lo apagamos sólo con el mando a distancia, algunos componentes de estos aparatos siguen conectados y consumiendo hasta el 80% del gasto energético normal.
Mantener el computador y la impresora o cualquier otro dispositivo apagados cuando no los usemos. En relación a este último, muchos de los equipos modernos disponen de sistemas de ahorro de energía que son fácilmente activables y programables.
Hay que recordar que además de ahorrar energía, con este comportamiento estaremos contribuyendo a disminuir la generación de Dióxido de Carbono a la atmósfera, con lo cual apoyaremos la mitigación del efecto invernadero.
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